Terapia visual tras un ictus

23 mayo 2019
Terapia visual tras un ictus

Les vamos a presentar el caso de un paciente que sufre una pérdida de visión en el hemicampo izquierdo tras un ictus isquémico en la zona de la arteria cerebral anterior. Le vamos a llamar “José Antonio” cuando hablemos sobre él, para mantener su privacidad.

José Antonio acude a SALUD VISION tres meses después de sufrir un ictus. Tras explorarle, nos encontramos una pérdida de campo visual, posee una hemianopsia homónima izquierda, por lo que pierde campo visual en ambos ojos en la parte izquierda y tiene dificultades para la manipulación fina y gruesa tactil ya que una de las secuelas que le han quedado a causa del ictus es un movimiento involuntario en su brazo izquierdo que le impide realizar tareas cotidianas con normalidad como atarse los cordones, manejar el móvil, abrir el bolsillo de la mochila o coger un vaso de agua sin derramarlo.

Antes de la enfermedad, Jose Antonio poseía una gran vida social, le gustaba jugar al mus con su grupo de amigos, hacer fotografías y vídeos, salía a cenar, disfrutaba los fines de semana acudiendo a ver partidos de fútbol de sus hijos, iba al cine, le encantaba ver partidos “su Atleti” y viajar con su familia a la que está muy unido. Como consecuencia del ictus, se encuentra más apagado, ya no tiene ganas ni se ve capaz de hacer parte de las actividades que antes le encantaban, pero decide comenzar a trabajar porque sus ganas de mejorar y su positividad pueden más que las circunstancias en las que se encuentra.

En la parte de procesamiento de la información visual obtenemos unos valores reducidos de las habilidades de discriminación visual, memoria visual, constancia de forma, memoria visual secuencial, figura-fondo y cerramiento visual. En el test visuo-motor presenta dificultades para la planificación y la representación de figuras superpuestas y en 3 dimensiones. Además, nos comenta que presenta dificultad para reconocer caras, es decir, “prosopagnosia“.

A nivel motor presenta dificultades en la parte izquierda de su cuerpo, tanto en movimiento como a la hora de mantener el equilibrio.

Comenzamos un plan de terapia visual en el que trabajamos ejercicios que involucran la visión periférica, coordinación ojo-mano, marcando el ritmo con un metrónomo, rehabilitación visual por la calle, concepto de diplopia fisiológica, sistema de vergencias, rastreo visual, memoria visual, atención dividida, propiocepción, motricidad fina y gruesa, motilidad ocular, equilibrio, trabajo bimanual, y las habilidades perceptuales previamente citadas.

Actualmente, tras meses de trabajo en un equipo multidisciplinar y mucha dedicación por su parte, Jose Antonio es más autónomo en su día a día, va a nadar, hace gimnasia, realiza y monta vídeos, tiene ilusión por viajar y conocer sitios nuevos, sale a la calle solo e incluso coge un taxi. De esta manera, poco a poco ha ido integrando la terapia visual en su día a día y sobre todo, es una persona más independiente y más feliz.

Jose Antonio, desde SALUD VISION queremos agradecerte a ti y a tu familia, (en especial a tu mujer), el tesón y la fuerza que tienes, eres un gran ejemplo a seguir para aquellas personas que de pronto, un día, ven cómo su vida cambia y se tienen que adaptar a una nueva situación.

Etiquetas:   Caso real | Lesión cerebral

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